Con el paso de los años la evidencia científica y la experiencia de los usuarios
confirman que el tratamiento con Litio mejora significativamente la calidad de vida
de las personas aquejadas de trastornos anímicos.
El litio es el tratamiento de referencia para el Trastorno Bipolar debido a sus
propiedades como estabilizador del estado de ánimo, el comprobado efecto
antisuicida, el efecto antimaníaco y sus efectos como antidepresivo. Además, el
litio mejora la funcionalidad de los pacientes con trastorno bipolar y parece tener
efectos protectores contra el deterioro cognitivo.
Litio muestra mejores resultados metabólicos que otros fármacos usados en
bipolaridad como la Quetiapina u Olanzapina, y es un fármaco que tiene un menor
impacto negativo en mujeres (siendo menos nocivo que fármacos como el Ácido
Valproico).
A pesar de su eficacia, el uso de la terapia con litio está disminuyendo en todo el
mundo. Algunas razones de esta disminución incluyen la mala calidad de la
información proporcionada a los pacientes, la complejidad de la terapia, ya que se
necesita un control regular de los niveles de litio en la sangre, además de la
medición de la función renal y pruebas tiroideas, y la capacitación insuficiente de
los médicos en el uso de la medicación.
La invitación es a proporcionar la información adecuada a los usuarios. Empoderar
acerca de los beneficios de este tratamiento, aclarar dudas y disminuir los
prejuicios acerca del mismo. Esto podría permitir que pacientes diagnosticados de
enfermedades afectivas disminuyan su tasa de recaídas ya sea a episodios
depresivos o maníacos, disminuyan el número de hospitalizaciones, mejoren su
rendimiento diario y puedan mantener eutimia duradera. Estos beneficios permiten
a la vez aumentar la esperanza de vida en pacientes con cuadros depresivos
recurrentes.